martes, 26 de octubre de 2010

My Chemical Romance. Apollo Hammersmith, Londres. 23 de Octubre de 2010


Pocos grupos vienen a la mente que hayan tenido la explosiva proyección de My Chemical Romance... Hace sólo unos 8 años, estos tipos de New Jersey estaban presentando un decente album de debut, apadrinados por Geoff Rickly de Thursday y haciendo bolillos en antros de mala muerte para sus colegas... Luego llegó "Three Cheers For Sweet Revenge", un disco con pegada y asombrosas canciones que enganchó a toda la escena emocore y que a día de hoy sigue siendo copiado en todos los rincones del planeta. Después se sacaron de la manga ese grandilocuente alter ego al que llamaron "The Black Parade" y no hubo vuelta atrás: un sonido emo, pero más clásico y melodías altamente radiables les convirtieron en la última máquina de hacer dinero del rock americano. Ahora, a escasos días de la salida de su nueva bomba de relojería "Danger Days: The True Lives Of The Fabulous Killjoys", un artefacto, a priori, más desenfadado y directo que su predecesor, la banda sigue despertando pasiones allá donde va. El público de la londinense Apollo (muchos de los cuales habían pasado la noche anterior a la intemperie, o eso hacían pensar los edredones amontonados a la entrada del recinto) no iba a ser una excepción.

Los miles de jóvenes y no tan jóvenes que abarrotaban la sala, la mayoría uniformados a imagen y semejanza del grupo (el pelo teñido de rojo como el de Gerard Way es la nueva sensación), recibieron a unos afortunados Twin Atlantic en el papel de teloneros con un condescendiente respeto, pero fue cuando éstos terminaron, las luces se apagaron y My Chemical Romance irrumpieron en escena con su nuevo single, la adictiva "Na na na", cuando la euforia se desató. El grupo se mostró enérgico, liberado de sus operísticas puestas en escena de otras ocasiones y muy emocionado al poder presentar algunas nuevas canciones a sus incondicionales. Además de la incial "Na Na Na", avanzaron la ya conocida "The Only hope For Me Is You" (una efectiva balada con toques electrónicos), "Planetary (GO!)" (habrá que esperar para escuchar la versión de estudio, pero en directo no acabó de funcionar) y "The Kids From Yesterday" (otro medio tiempo que nos indica que su nuevo disco no va a ser tan incendiario como nos quieren hacer pensar). En todo caso, la ocasión era perfecta para disfrutar de un amplio repertorio (casi una hora y cuarenta y cinco minutos) donde se turnaron los momentos más emblemáticos de la banda ("Teenagers", "Helena", "I'm Not Ok" o "Welcome To The Black Parade"), con guiños a su pasado más punk ("Thank You For The Venom" o "Honey, This Mirror Isn't Big Enough For the Two of Us", con colaboración de dos motivadas fans incluída). El concierto se rubricó con "Famous Last Words" y con una íntima versión de "Cancer" sólo con voz y piano, ante la insistencia de un público entregado.

El concierto dejó un muy buen sabor de boca a todos los asistentes y funcionó como el perfecto placebo para amenizar la inminente llegada de su nueva obra. Londres (como la plaza estratégica que es en el mercado europeo) disfrutó de un tratamiento privilegiado por parte de una banda con un potencial sobradamente demostrado. El crecimiento del estatus de My Chemical Romance es, en gran medida, merecido y paralelo a sus méritos artísticos, a su talento y a su capacidad para enamorar a toda una joven generación de oyentes. Ya sólo nos queda tener "Danger days..." en nuestras manos y esperar que España entre en sus planes de gira futuros.

(publicado en elpesodelavida)

lunes, 25 de octubre de 2010

Korn - Korn III - Remember Who You Are

No se sabe muy bien por qué, pero el paso del tiempo no le está haciendo ningún favor a la carrera de Korn. Con sus dos o tres últimos intentos discográficos han naufragado estrepitosamente y parece que no vamos a descubrir de momento una excepción a esta regla... Al César lo que es del César, Korn fueron revolucionarios y mucho en un momento de encallamiento de la música extrema y durante más de 10 años (yendo de más a menos, pero manteniendo la dignidad) consiguieron mantener su estatus de gran banda, incluso cuando el género que les vio nacer cayó en desgracia (no olvidemos que las siete cuerdas, el chandal, las rastas y otras grandes patentes del nu-metal les pertenecen).

Hoy por hoy, y con un título tan desafortunado como el que nos acompaña, intentan una enésima revalida, y de nuevo nos salen con aquello de la vuelta a los orígenes, una estrategia manida que ya les funcionó a medias en aquel "Take A Look In The Mirror" de 2004 y que con este noveno disco convence menos todavía. El caso es que da igual que se muestren más producidos, más viscerales, que decidan volver a los gritos y a la producción analógica o incluso que apuesten por volver a la formación original. Hagan lo que hagan, cada nueva vuelta de tuerca en su discografía acentúa un poco más el declive de su creatividad. Podemos concederles que consigan repuntar un poco el bajo rendimiento de aquel disco insulso y autotitulado de 2007, pero empeorarlo era casi misión imposible...

A estas alturas de la película, y con otros grupos de la movida noventera positivamente rehabilitados como Deftones con su "Diamond Eyes", sería preferible que Korn se dedicaran a sus negocios. Presos de un estilo que admite poca y mala evolución, atados a unas coordenadas sónicas que no tienen sentido en la actualidad, los de Bakersfield ya ni siquiera se molestan en experimentar con su sonido, simplemente se dedican a hacerse cruces intentando reproducir de mala manera los méritos de sus primeros tiempos. En este contexto, algunas de sus nuevas obras como "Oildale (Live Me Alone)", "Pop A Pill" o "Let The Guilt Go" se dejan escuchar, pero no son más que billetes express de ida y vuelta a 1998, el efecto se desvanece pronto y la relevancia en su discografía resulta, prácticamente, nula. Para más inri, siguen apostando por estrategias tan desonrosas como clavar una enésima versión en vivo de "Blind" como extra de la versión especial del disco, y esas cosas, en pleno 2010, sí que tocan la moral...

Ahora que los noventa empiezan a ser reivindicables como la gran época, musicalmente hablando, que fueron; y que revisitamos clásicos de la banda como "Korn" o "Life Is Peachy" con toda la reverencia y la nostalgia que merecen, ahora más que nunca, Korn deberían exigirse a sí mismos algo más que intentar ser la sombra de lo que fueron... Que sean capaces de hacerlo mejor en el futuro, por lo visto, parece poco probable, pero el tiempo lo dirá.

(publicado en elpesodelavida)

martes, 19 de octubre de 2010

Bring Me The Horizon_ "There is a hell, believe me I`ve seen it. There is a heaven, let's keep it a secret"


Desde luego que las apariencias engañan... Cuando leí por primera vez una entrevista a los miembros de Bring Me The Horizon con motivo de su anterior y exitoso disco "Suicide Season" se me llevaron los demonios al ver a una panda de inglesitos mocosos (con ese maniquí de Bershka que es Oli Skyes a la cabeza) posando con sus tatus último modelo y sus flequillos de peluquería. Más de uno ya ha comentado esa súbita necesidad de llamar a los servicios sociales que provoca el ver una foto de estos imberbes. Musicalmente, imaginé un pastiche musical "emo-core-bailongo" del montón, un pufo a lo Attack-Attack y similares... Pues bien equivocado estaba, pues su sonido era y es una bomba de relojería sorprendente, rabiosa y actual, pero sobre todo, desgarradora...

Con este nuevo álbum de título maratoniano mis reservas eran menores, aunque su inaguantable estilismo sigue ahí y también entra en juego el factor hype: ¿serán capaces de mejorar su debut o se quedarán a medias? La respuesta es clara, Bring Me The Horizon consiguen reunir los argumentos necesarios para revalidar su propuesta. Se presentan algo menos viscerales, más contenidos en sus arrebatos pero igualmente potentes. Su sonido ha derivado sutilmente hacia un todo más compacto, reforzando la épica de sus composiciones y mejorando en algunos aspectos como el uso de las voces (aunque siguen desgañitándose a gusto, se observan ciertos matices) o el mayor cuidado en el uso de la electrónica. Claros ejemplos de esto lo tenemos en el majestuoso comienzo con "Crucify Me" (todo un acierto esos samplers con voces femeninas) la pausada "Don´t Go", "It Never Ends" o "Blessed With A Curse", canciones de alto voltaje que se sirven de desarrollos de corte post y partes ambientales para ganar en intensidad. El resto del disco, soprendentemente, se nutre de trallazos con alma metalera como "Anthem", "Alligator Blood" o "Fuck" (con la colaboración de Josh Franceschi, vocalista de You Me At Six, en un estilo inédito en él) y para terminar la fiesta, nos regalan algunas joyas más hardcore como la coreable "Home Sweet Hole" o "Fox Anf The Wolf" (con Josh Scogin de The Chariot dándolo todo).

Bring Me The Horizon han conseguido algo muy difícil: hacer madurar un sonido como el que expresaron en "Suicide Season" sin caer en clichés ni perder un ápice de pegada, componiendo un album brutal y cuidado a partes iguales. Así que aplicaremos el mismo rasero que con Slipknot: mientras consigan deleitar de esta manera nuestros oídos, pasaremos por alto que vayan hechos unos payasos.

(publicado en elpesodelavida)

lunes, 18 de octubre de 2010

Brandon Flowers. Madrid. 9/10/2010


La sala madrileña La Riviera presentaba un aspecto triste minutos antes del concierto de Brandon Flowers el pasado sábado. Una tarde lluviosa no ayudó a mejorar el ambiente previo en las entradas y accesos del recinto. The Rewards en el papel de teloneros tuvieron que lidiar con una audiencia desinteresada que comenzaba a llenar la sala poco a poco y sobre las diez de la noche, con media hora exacta de retraso con respecto al horario previsto, Brandon Flowers se apoderó del escenario rodeado de su numerosa y bien avenida banda de acompañamiento.

El inicio del concierto fue arriesgado y funcionó... La primera canción en sonar fue "On The Floor", una de las composiciones más sólidas de su irregular "Flamingo", para dar paso a "Crossfire", la canción estandarte de esta nueva andadura en solitario del cantante de The Killers. Brandon quemó las naves pronto y, en consecuencia, perdió algo de fuelle hacia la mitad del show... Se fueron encadenando casi la práctica totalidad de sus nuevas composiciones. Algunas como "Playing With Fire", "Only The Young" o "Jilted Lovers And Broken Hearts" nos dejaron un buen sabor de boca y las que peor funcionan en el disco, como "Magadalena" o "Right Behind You" mejoraron en su ejecución en directo. Un par de versiones de "Bette Davies Eyes" de Kim Carnes y de su propia "Lossing Touch" aportaron un toque de elgancia al setlist. Aún así, las ocasiones en las que un entregado Brandon fue capaz de meterse al público en el bolsillo fueron contadas, y aunque lo intentó, la mayoría de sus nuevas canciones no consiguieron entretener lo suficiente como para cuajar un concierto redondo. No ayudó un bis corto con versión acústica del clásico "When We Were Young" incluída. El concierto sumó un total de 55 minutos, mejorando el resultado obtenido la noche anterior en Barcelona, pero dejando a la audiencia con ganas de más, mucho más...

Dicho esto, cabe decir que Bradon Flowers sigue siendo un artista en el que confiamos y que se desenvuelve bien en las tablas. Siempre se las acaba apañando para ofrecer buenos momentos a sus seguidores y puede que desfogarse en solitario con este "Flamingo" prepare el terreno para que The Killers vuelvan al redil con energías renovadas.


(escrito para elpesodelavida)

miércoles, 6 de octubre de 2010

Avenged Sevenfold_ "Nightmare"


Bienvenidos a un nuevo capítulo en la historia de Avenged Sevenfold, esos californianos macarras y trasnochados que se las han apañado para configurar uno de los últimos sonidos imprescindibles del metal moderno. Un sonido, eso sí, deudor de muchos de los grandes (Iron Maiden, Metallica, Guns'N'Roses o Pantera podrían haberles demandado por plagio en un momento dado) pero que, curiosamente, se torna en un cóctel-tributo con personalidad propia. Desde sus pintas de chulos de bolera, pasando por esos apodos de patio de instituto que lucen con orgullo ("Mr. Shadows", "Synyster Gates", "Zacky Vengeance"...) y terminando en sus despliegues épico-instrumentales; todo en Avenged Sevenfold es un monumento al exceso, y desde luego, es precisamente ahí donde reside su encanto.

Este último capítulo de la historia se llama "Nightmare" y viene marcado por la trágica muerte de su batería Jimmy "The Rev" Sullivan el pasado mes de diciembre de 2009, un triste acontecimiento que ha condicionado profundamente el desarrollo de este nuevo disco y que, a buen seguro, condicionará igualmente el resto de la carrera del grupo en el futuro. A pesar de haber sido sustituido por una bestia parda de las baquetas como Mike Portnoy (ex Dream Theater), echaremos siempre en falta el talento de "The Rev", no sólo uno de los mejores con su instrumento, sino una pieza clave en el engranaje compositivo de la banda. "Nightmare" respira el duelo por la pérdida de un compañero por los cuatro costados, pero no de forma solemne o tópica, sino de la mejor manera posible: llevando de nuevo al extremo los exagerados atributos de la banda, siendo épicos y directos a la hora de meter caña (el trío inicial con "Nightmare", "Welcome To The Family" y "Dangerline" son de sus composiciones más inspiradas en los últimos años) y emotivos y melancólicos en esos "momentos balada" que también abundan en el disco ( "So Far Away", "Victim" o "Fiction", ésta última escrita por el propio "The Rev").

Lo cierto es que, a pesar de la seriedad de los acontecimientos o tal vez gracias a ella, Avenged Sevenfold ha conseguido ponerse de nuevo en el punto de mira y remontar el vuelo, incluso superar su anterior y homónimo disco de 2007 (donde puede que se tomaran demasiado en serio a sí mismos). Hoy podemos volver a disfrutar de su desenfadada y exuberante visión del metal: melódica, con pegada y repleta de guiños hacia sus héroes. Esperemos que, a pesar de ese regusto a despedida que tiene el disco, "Nightmare" no suponga el agotamiento de su fórmula y que puedan seguir encontrando inspiración de cara al futuro. Estarán defendiendo el disco en directo el próximo 20 de octubre el El Sant Jordi Club de Barcelona.

(publicado en elpesodelavida)

domingo, 3 de octubre de 2010

Jimmy Eat World_ "Invented"

Enfrentarse a un nuevo disco de Jimmy Eat World es como entrar en una dimensión temporal distinta, los años no parecen pasar por su sonido y no importa lo que suceda a tu alrededor, Jim Adkins y su banda conservan sus constantes intactas álbum tras álbum. De acuerdo en que no estén demasiado familiarizados con el concepto "evolución", pero mientras mantengan la clave para crear esas melodías tan memorables y adictivas , su gusto por lo inamovible seguirá siendo una bendición para nuestros oídos.

"Invented" no es una excepción, mantiene un equilibrado punto zen en el que todo, mágicamente, parece estar en su sitio. Desde los brillantes arrebatos rockeros ("Cofee And Cigarettes" o "Action Needs An Audience"), pasando por las delicadas piezas de corte emotivo ( la inicial y semi-acústica "Heart Is Hard To Find", "Cut" o "Stop"), hasta los desarrollos atmosféricos y grandilocuentes ("Evidence", "Mixtape" o ese monumento sónico de más de siete minutos que es "Invented"). Todos estos argumentos dan continuidad a la configuración actual de su sonido desde aquel ya lejano "Futures" de 2003 y pasando por el ya penúltimo "Chase This Light" de 2007. Atrás quedan los tiempos en los que el incendiario "Bleed American" les ponía en el punto de mira del rock mainstream; ese tren pasó y, casi afortunadamente, ellos siguieron y siguen a los suyo. Aunque podemos imaginar que canciones como "My Best Theory", su nuevo single, tocada a un par de velocidades más, no desentonaría en absoluto en aquel rabioso disco de 2001.

Lo mejor de todo (mejor incluso que tener de nuevo a Marc Trombino a bordo de la nave, productor también del imprescindible "Clarity" de 1999) es que estas buenas sensaciones iniciales irán creciendo con las escuchas. La experiencia dicta que "Invented", como cada disco de Jimmy Eat World, se hará fuerte poco a poco tanto en nuestros reproductores como en nuestros corazones, apuntalando otro buen movimiento en la carrera de estos humildes genios.

(publicado en elpesodelavida)